viernes, 10 de julio de 2009

Pay Azteca











Pay Azteca.
De la cocina popular mexicana.

Antes de darles esta receta extraordinaria y sencilla de la cocina más tradicional de México, permítanme explicarles, que aunque desconozco el origen de la misma, dudo mucho que la receta se conserve como la conocemos actualmente de la época precolombina o incluso colonial, pero lo cierto es que ha estado ahí desde que el pay, era pastel, y la sierra madre oriental (en México) era señorita, es decir hace muchos años.
Aunque es un plato que me gusta mucho, es curioso, pero lo tenía como arrinconado en algún cajón de la memoria, y no lo había preparado en los cinco años que tengo de vivir aquí, lo cual es bueno, por que sorprendí gratamente en casa, y de repente me acordé de ese plato y de mi hermano mayor, quien es el que se lo demandaba a mi madre cada cumpleaños o cada ocasión especial que tenía.
Bueno, es como sigue...


Ingredientes


1 paquete de tortillas de Maíz (tortitas de esas que venden empaquetadas en lo supermercados de todas España).

1 paquete de queso rallado.

2 pechugas de pollo cocidas y desmenusadas.

1/2 litro aproximadamente de tomate frito.
250 militros de nata de cocina.
1 cebolla grande en rodajas.
sal y pimienta al gusto.
Aceite de cocina (en México se consume mucho el aceite de maíz, de girasol o de palma, cualquiera de estos sirve, y aunque se podría usar de oliva, no es como lo hacemos allá).

Antes de daros el modo de hacerse les haré unas apostillas a la receta para los locales.

Las tortillas deben ser de maíz, pero se pueden usar de harina, no funciona con las de los burritos por que son muy gruesas, deben ser auténticas torillas mexicanas que no tendrán problema alguno en encontrar.

En realidad en mi país se hace con una salsa de tomate hecha en casa y con un toque picante, pero yo (ironías de la vida) he usado tomate frito orlando (irónico, por aquello del comercial que evoca la forma que tenemos de hablar).


El queso que he usado es el mozarella, por que obviamente se usa otro tipo en México, llamado (equivocadamente) tipo manchego, que nada tiene que ver con el producto de la mancha local.


Modo de hacerse


Primero se retiran las tortillas del paquete que tendrán unas 12 o 15, y yo aconsejo que dependiendo del "cacharro" que uséis para el horno, será el número de tortillas, así que preferible estar preparado con un paquete extra. Se fríen en aceite muy caliente, pero no se doran, es decir la torilla debe ser maleable y no estar tostada, se da solo un pasón y se retira.

Posteriormente se coloca la salsa en otro sarten o recipiente y se procede a emplatar de la siguiente manera; Se coloca una capa de tortillas semi-fritas y pasadas por la salsa en el fondo, se le extiende pollo desmenusado, rodajas de cebolla, queso rallado y nata, y se siguen haciendo capas, hasta terminar la última en solo el resto de la salsa sobrante, cebolla, queso rallado y nata, se cubre con la tapa o con papel aluminio y se hornea por una hora más o menos a unos 170 grados.

Se sirve caliente, recién salido del horno y se acompaña o bien con frijoles (alubias negras) o con guacamole.

Primera Parte, viaje de mi madre a nuestro hogar, verano del 2008

Bueno, esta pretende ser una crónica de la feliz estancia de mi madre en nuestro hogar, atraves de las imágenes y las evocadoras melodías que he seleccionado, esperado le guste a quien está dirigido esto, que es Ella, conmemora su visita a un año de realizada y espero que el balance de tan magnífico acontecimiento sea para ella tan positivo como lo es para Juan Jesús y para mi.
La vida es tan fácil o tan difícil, como nosotros queremos que sea, somos nosotros quienes tenemos la llave de la auténtica felicidad y aveces esta se encuentra en lo cotidiano, en lo sencillo, más que en lo elaborado o lo fastuoso, parafraseando a mi Tía Martha, les diré.."que la felicidad es un estado de ánimo".
El viaje de mi madre ha sido para nosotros (y para mi, en especial) un antes y un después, es el parte aguas de una relación que siempre ha sido buena, pero que hoy día es madura y especial.
La mayoría de las veces los hijos no llenamos las espectativas de los padres y viceversa, la esencia del "saber estar" es aceptarse-aceptarlos, un verbo que se pronuncia "ligero", pero que conlleva a un gran compromiso y determinación.
Esta primera parte, es algo de "tour" turístico que le dimos a ella como regalo a su cumpleaños número 65, que pasó con nosotros.
En esta primera etapa, conoció Málaga y ese magnifico bagaje cultural y social, con su aire más bien Británico y desenfadado que posee y la hacen única dentro de las ciudades Andaluzas.
Granada, esa espléndida ciudad con aires que me parecen a mi Catalanes y de refinamiento "afrancesado", su fastuosa Alahambra, con esos sensuales jardines y espacios que la convierten si ningún asomo de dudas en el monumento Español más importante, que no es poca cosa ni mucho menos.
Convivió con las personas de estos entornos, comió lo que ellos comen y disfrutó de los mismos servicios que ellos, los nacionales poseen, es decir, se asomó, aunque fuera por dos meses a la forma de vida de un Español medio, y esa fue siempre nuestra intensión.

Segunda Parte del recorrido de mi madre, Huelva y su costa

Esta es la Ciudad que me adoptó y como ella misma, mi vida discurre entre dos aguas, el Soconusco en México, y Huelva en España, son solo algunas cosas de lo mucho que tiene que ofrecer Huelva, una ves me preguntó mi madre que como describiría yo esta ciudad, mi respuesta..."como tú misma madrecita, Huelva es una señora muy digna".
Son odiosas las comparaciones, y es que Andalucía posee tanta belleza y tanta historia que es difícil catalogar sus monumentos, pero, esta ciudad posee algo que es poco común, tiene mucha historia, pero no tiene grandes monumentos que preservar, los que hay, están en la Sierra o en Niebla, pero esta era (creo yo) un villa de pescadores, que con el tiempo y gracias al descubrimiento de América, cobró importancia, lo que le permitió en el siglo XX desarrollarse, por lo que es una ciudad mayormente planificada y no adaptada a lo que había, es un colage de lo moderno y lo "vintage" como suelen decir hoy día.
Destaco de esta parte del recorrido de mi madre, sus tradiciones, en forma de fiestas colombinas, que es algo muy común en Andalucía, pero a mi como foráneo me parece "curioso" y único, su maravilloso castillo-fortaleza de Niebla, con su historia y su legado Romano y Andalusí, que en el verano se viste de gala para acoger un espectacular festival de teatro y danza que lleva su nombre, y su misticismo, pues que sería España si un toque de mística, el Santuario de Nuestra Señora de la Cinta, es la patrona de esta ciudad...
Huelva es también sus playas maravillosas con arenas color "polenta", que están casi siempre magníficamente cuidadas y preservadas, ondeando año tras año, banderas que las distinguen y acogen a cientos de miles de visitantes.
Es una ciudad que tiene una mejilla al Atlántico y otras al Río Odiel, lleva la sierra por montera y una inmensa devoción mariana en el corazón.

jueves, 9 de julio de 2009

Tercera parte, El Rocío y la Sierra de Huelva.


Esta parte del viaje de mi madre, sea quizá la más espectacular, pues es sin lugar a dudas, la aldea Almonteña de el Rocío, el corazón de la Andalucía más flamenca y menos conocida por el mundo, es un tesoro celosamente guardado para deleite casi exclusivamente de este selecto grupo sui generis.


La virgen del Rocio una hermosísima imagen barroca, es la patrona de Andalucía y ha llegado muy honamente a mi sentir y mi devenir aveces ocilante con relación a mis creencias, pero es sin duda, una de las más bellas manifestaciones de fé que se dan en el planeta y sin lugar a duda, la peregrinación más importante de la cristiandad.


Creencias aparte, la Aldea del Rocío, es un ventana al pasado, al pasado más español de andalucía, pues esto nada tiene que ver con las grandes influencias árabes, romanas y demás que tiene esta tierra.


Y por otra parte está la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, la sangre que alimenta el cuerpo de esta hermosa provincia.


Seguramente las habrá mejores y no tan buenas, pero objetivamente hablando a mi se me figura la sierra de Huelva, un tienda gurmet, es la tierra del "gurumelo" y otras muchas setas, de las castañas, del romero, el tomillo y el hinjo, de los esparragos, de una variedad espléndida de frutas y el hogar, como no, del mejor jamón del mundo, el de Jabugo.


Sus pueblos, aldeas y pedanías, se me figuran a mi, sacados de un cuento de Hans Cristian Andersen o los hermanos Grimm, de una belleza casi sublime y mucha tradición e historia.


Voy a destacar de este recorrido aparte de lo ya dicho en relación al Rocío, Almonaster la Real y su magnifica y bien conservada mezquita del siglo IX, osea de hace mas de mil docientos años, que se dicen pronto, La propia Aracena y Cortegana con su maravilloso festival medieval.


Mención aparte merece Río Tinto, sus minas, su pasado Fenicio y Romano, y su reciente pasado Inglés, este último que dejó su impronta y se hace ver y sentir en muchos aspectos de la vida de Huelva, aún hoy día.


miércoles, 8 de julio de 2009

Esta es la Ñapa, lo último del viaje de mi madre

Bueno, quizá solo me reste decir, en mi humilde opinión, que por el simple hecho de habernos procreado, alimentado y formado, los padres no tienen obligación de amarnos o si quiera querernos, si acaso de protegernos, de proveernos, mientras no somos capaces de hacerlo, pero el amor es algo más y no debe ser condicionado a ese "hecho", me refiero a la circunstancia de ser padre o hijo, de complementar ciertas expectativas o no, es un sentimiento complejo que requiere de ciertas características y situaciones que se tienen que dar para que exista algo tan hermoso como es el amor, en cualquiera de sus manisfestaciones.

Por otra parte, yo pienso que los padres no son enteramente responsables de los actos de los hijos, a una determinada edad, quizá, pero cuando el hijo, adopta una conciencia, es decir, distingue del bien o del mal, de lo equívoco o acertado, automáticamente, exime de cualquier responsabilidad de sus actos a sus padres, pienso que cuando uno se quiere, se acepta, está preparado para dar amor a raudales y el alma se convierte en un conductor maravilloso de ese sentimiento, convirtiéndonos en receptáculo de lo sublime.

Yo amo profundamente a mis padres, y desde luego, mi amor no esta sometido a un "toma y daca", yo no pido nada, ni siquiera ser amado o aceptado, sería interminable decir los motivos por los que mis padres despiertan en mi tal sentimiento y de tal embergadura y profundidad, pero es así, calan en mi muy hondamente y tengo la absoluta certeza de que lo saben.

Gracias madre por tu visita, y por todo lo demás...

jueves, 2 de julio de 2009

II concurso de recetas RECETASonline y TESCOMA, empieza hoy

II concurso de recetas RECETASonline y TESCOMA, empieza hoy

Mónica y Valeska en Huelva.

Ayer se fueron mi prima Mónica y su extraordinaria hija Valeska, ha sido un par de días llenos de felicidad y han colmado mi vida y la de Juanje, ambos estamos encantados de haberlas tenido en casa y solo esperamos de corazón que no sea la útima vez que vengan, yo he tomado unas pocas fotos que conmemoran ese suceso y quiero compartirlas con todos ustedes.
La distancia y el verdadero amor, apesar de ésta, siempre queda incólume, aunque trillado, estar lejos físicamente, no significa estarlo en los verdaderos sentimientos, y siento desde el fondo de mi corazón que este pequeño, pero lleno de significado reencuentro le ha hecho mucho bien a mi queridísima "baronesa" tanto como a nosotros, si no es que más.
Luego está el hecho que ver a Valeska ha sido un shock, pues la dejé en la adolecencia, llena de rizos y con muñecas aún, y la encuentro, mundana, sensata y espectacularmente bella, pero no solo por fuera, si no más bien ese interior manifestándose al exterior.
Gracias Mónica, por escucharme más que por opinar, por compartir tu escaso tiempo conmigo y por traerme a tu gran tesoro, Valeska...

Cazuela de Brócoli y Pollo.
















He estado husmeando por ahí en la red en busca de una buena receta de brócoli que no tenga que hacerse con el quiché o con maza de pay o quebrada con decís aquí en España.

No es una receta fácil de elaborar, pero si que ha quedado estupendísima y creo que se podrá hacer sólo con las verduras, como acompñamiento.

He encontrado varias interesantes y he añadido algo de imaginación y este es el resultado...

Ingredientes:

1 brócoli.
1 zanahoria.
1 papa.
1 puerro.
1 cebolla.
5 dientes de ajo.
4 cucharadas muy copeteadas de harina.
Leche semi desnatada.
Un trozo mediano de queso azul.
Un poco de queso rallado de diversos sabores (gouda, emental, chedar, etc.)
Un poco de queso parmesano y pan rallado.
Una pizca de nuez moscada, sal y pimienta al gusto.
1 cubo de caldo de pollo.
Media tarrina de de champiñones en láminas.
Un puñado de almendras crudas.
Una cucharada de mantequilla.
Pechuga de pollo cortada en cubos.

Modo de hacerse.

Paso 1).- Hacer un sofrito con el ajo, la cebolla y el puerro bien picadito y freírlos con aceite de oliva y mantequilla, sal y pimienta, una vez hecho, agregar la harina y la leche de a pocos, la bechamel se hace más bien espesa, pero no como para relleno de croquetas, una vez hecha agregar primero el cubo de caldo de pollo deshecho y el queso azul y luego el rallado de los otros quesos, rallarle un poco de nuez moscada y probar de sal y pimienta.


Paso 2).- Poner a cocer al vapor, las verduras cortadas la papa y la zanahoria en cubos y las brócolis en ramitas pequeñas, el cocimiento es más bien al dente y con una pizca de bicarbonato y sal y luego dejar reposando en agua fría con hielos.

Paso 3).- Freír con poco aceite de oliva, las láminas de champiñones con las almendras y el pollo en cubos y una vez dorado retirar del fuego y agregar a la recipiente donde esta hecha la bechamel.

Paso 4).- Agregar a la bechamel todas las verduras con cuidado de que no se rompan las brócolis, y ponerlo todo en una cazuela, por encima agregar el pan rallado y el queso parmesano y hornear, primero tapado con papel aluminio, una hora a 180 grados aproximadamente y los últimos 10 o 15 minutos destaparlo para que dore la corteza, apagar el horno y dejar dentro un poco hasta servirlo, más bien tibio.