PANQUECITOS DE ARROZ RECICLADO.

Bueno, de nuevo aquí; antes no había entrado a editar nada nuevo, por que me encontraba pachucho, como dicen aquí, la razón (entre otras) la nostalgia de mi hogar, y esta es una manera maravillosa de rendir homenaje a mi madre.

En casa de mis padres, siempre recuerdo el arroz como acompañamiento en las comidas, era raro el día en que no lo hubiese, y mi madre (como casi todas creo yo) hacía malabares en la cocina, no le gustaba desperdiciar nada, y esta era su forma de "reciclar" los restos de arroz, aunque yo le he agregado algunos toques, sobre todo que he horneado esta receta, en lugar de freírla, como lo hacía mi madre, y es que ya he puesto suficientes kilos sobre mis maltrechas pantorrillas...

Panquecitos de Arroz.

1.- Arroz, yo siempre uso, igual que en casa de mis padres el que me ha sobrado, creo que ya les había dicho que en México se estila mucho el arroz rojo, a diferencia de España, que lo usáis mas amarillo, de ahí es el color de las Tortitas.

2.- Un par de huevos, y no lo digo en sentido figurado :), aunque esto es más bien dependiendo de la cantidad que les haya sobrado de arroz en el refrigerador.

3.- Pan rallado, igualmente será a ojo y dependiendo de la cantidad.

4.- Un par de cucharas generosas de queso parmesano.

5.- Una cucharadita de polvo de pollo.

5.- Una pizca de sal (aunque he de aclarar, que si el arroz ya tiene sal previamente, no hay necesidad).

6.- Pinceladas de aceite de oliva y ajonjolí para decorar.

Preparación

En un recipiente se tritura muy bien el arroz, se le agregan los huevos, el pan rallado, el pollo en polvo, la sal y el queso parmesano.

Esto debe quedar como una masa de panques, se hacen las bolitas (el tamaño es a gusto de cada quien, yo las he hecho hoy más bien grandes, pero se pueden hacer pequeñas, cuadradas, en forma de croqueta, etc.), se ponen en una bandeja de horno con papel encerado y a ese papel se le pone una fina capa de aceite de oliva, una vez colocados los panquecitos, se le dan pinceladas de aceite de oliva y se espolvorea con ajonjolí.

Se hornea a 200 grados, por espacio de una hora, hasta que doren.

Buen provecho.