martes, 10 de agosto de 2010

Un Día en Doñana

Hoy he ido a pasar el día al coto de Doñana, una reserva natural de la biósfera y me gustaría compartir con todos ustedes algunos de los momentos que he vivido y sobre todo hablarles de como llegar a quienes no lo hayan hecho y narrarles algunos de los múltiples ecosistemas que hay conviven.
Al parque Doñana se accede por El Acebuche, que está a unos 5 kilómetros de la aldea Almonteña del Rocío, la visita dura unas 4 horas, y créanme, no se sienten,la entrada cuesta 23€ por adulto y lo haces como verán en unos camiones Mercedes 4x4, toda una experiencia que vale mucho la pena, y una de las Joyas que posee Huelva.



Bueno, el parque tiene una extensión de 120,000 hectáreas, de las cuales casi 40,000 son exclusivamente de marismas, pero ya llegaremos a esa parte...
El Primer ecosistema que vi, fue las Dunas Móviles, gracias a las cuales debe la categoría de Reserva de la Biósfera, única en su especie, las dunas, son formaciones de arena que los vientos, principalmente de Poniente, traen de América y África y son depositadas en Doñana por el Atlántico, crecen a  una velocidad de entre 10 y 20 metros por año, dependiendo de los vientos que tenga esa temporada, a su paso va destruyendo (aunque esto es relativo) toda la vegetación que encuentra, encerrando en un cañón la vegetación que será posteriormente engullida, por lo que como verán pinos de 20 años de antigüedad o más, quedan sepultados, dejando enterradas sus piñas, para que en épocas posteriores se formen nuevas colonias y así "el círculo de la vida" gira, no sucede lo mismo con los Enebros, que crecen al miso ritmo que la duna, dejando al descubierto sus retorcidas y magnificas raíces, para gloria de los productores de ginebra, planta de la cual se destila.
Se piensa equivocadamente que las dunas son desérticas, lo cual es falso, pues a solo 2 metros o menos de la superficie se encuentra agua, por lo que el contraste de la arena y el verdor es espectacular.
El segundo ecosistema que visité son las Marismas, que como he dicho tienen una extensión de 40,000 hectáreas, en la temporada de lluvias se llena de agua y en esta época del año se seca casi  completamente, dejando al descubierto partes quebradizas, lo cual es la forma que la naturaleza tiene de purificar "su piscina", pues imaginaos lo que sería que el agua quedara estancada, podría causar una catástrofe en la fauna del frágil ecosistema que la habita, haciendo proliferar parásitos y bacterias, que de esta manera tan sabia mueren y dejan paso a un nuevo ciclo.
A tan sólo 5 centímetros de esa materia (que por cierto es arcilla y no arena) quedan depositados millones de huevecillos que con las lluvias eclosionarán.
En este ecosistema está el maravilloso y emblemático Guadalquivir, que tiene una anchura superior al kilómetro y una profundidad de más de 12 metros, lo que lo hace perfectamente navegable, haciendo de Sevilla la única ciudad de interior que posee un puerto.
El tercer ecosistema es el Bosque, formado por el manto negro y blanco, por su vegetación, casa del ciervo, el gamo, la vaca mostrenca, las yeguas autóctonas, el águila imperial, y como no, del Lince ibérico, que junto con otros muchos animales hacen de ese ecosistema su hábitat.
Por último, y algo de lo que a un servidor de ustedes más le impresionó, fue las Playas, esos maravillosos 40 kilómetros de playa completamente virgen que existen y que hacen de esa, la única playa europea de esas características, una verdadera joya, que me recordó lo que era mi infancia, playas que ya no existen por la desmedida sinrazón del ladrillo, al que yo en su día sucumbí, pues construí mi casa de la playa en un lugar que debería ser para la posteridad una de esas playas, de las que en mi propio país quedan pocas...
Espero que lo disfruten.

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