Esta es mi personal visión de otro clásico de la repostería de mi país, aunque no es un pastel típicamente mexicano, pues es una herencia de nuestros vecinos norteamericanos, como nosotros les heredamos los frijoles o el maíz, por citar algunas de las cosas que suceden entre “vecindarios”.
Quiero Agradecer a Vanesa Sierra, su aportación por su maravilloso Plum Cake (http://www.mercadocalabajio.com/2008/12/plum-cake-casero.html) y sus consejos.
Yo he elaborado está receta en honor a mi cumpleaños que viene la semana entrante y he decidido crear algo fusionado, es decir, no el típico pastel de frutas navideño que se estila en México, el cual dicho sea de paso, se envina por un mes o más, sino más bien esta versión más actualizada de lo que sería el equivalente a un cuento de Dickens en la repostería navideña azteca.
Lo he hecho en tres etapas, la primera el pastel, la segunda el envinado y la tercera la cobertura.
1ª.- Parte. El Pastel.
Ingredientes
5 huevos enteros.
1 limón (zumo y ralladura)
1 naranja (zumo y ralladura)
180 gramos de azúcar moreno.
250 gramos de mantequilla clarificada.
400 gramos de harina de repostería normalita.
Un chorrito solamente de leche (yo le he puesto ideal, es decir evaporada, clavel para los que viven en México)
1 sobre de levadura Royal (unas tres cucharadas)
2 cucharaditas de bicarbonato sódico.
Frutos secos (yo he usado dátiles, pasas, nueces, algunas almendras y piñones, estos dos últimos solo los he puesto en el tope)
Frutas cristalizadas (yo he puesto mango, cerezas y fresas cortadas en cubitos)
Una cucharadita de vainilla y otra de canela.
El procedimiento es más o menos estándar, es decir se cierne la harina con el royal y el bicarbonato, se pone al micro a clarificar la mantequilla se le agrega el azúcar, la vainilla, la canela, los huevos, los zumos y las ralladuras de los cítricos, la leche y se bate bien, se le agregan las harinas de a poco, una vez hecho se pone al refrigerador más o menos una hora para que al incorporar los frutos no se pongan todos en el fondo, se le incorporan los frutos secos y las frutas cristalizadas, menos las almendras y los piñones, se aparta un poco de esa mescla frutal, se engrasa un molde y se vierte el contenido homogéneamente, al final se le agregan las frutas que se apartaron sobre el tope y se hornea a 200 grados centígrados hasta que este hecho por dentro el pan, que será una hora aproximadamente.
2ª.- Parte. La Miel/Envinado.
Yo para esto he usado, tres cuartas partes de una taza de azúcar refinada, más dos cucharadas de azúcar moreno, el zumo de medio limón, un chorrito de leche evaporada, una taza de agua, una rama pequeña de canela y media taza más un chorrito extra de oporto.
He puesto al fuego el agua junto con el azúcar y la ramita de canela y una vez que ha hervido y consumido un poco le he puesto el oporto (la media taza solamente) y he apagado, posteriormente y aún tibio le he puesto la leche, el zumo de medio limón y el chorrito extra de oporto y he dejado reposar, con eso se envina el pastel durante 48 horas en el refrigerador, de a poco y con muchos mimos.
3ª.- Parte. La Cobertura.
Para esto he utilizado algo también muy típico mexicano, la que normalmente se usa para el pastel de zanahoria, aunque esta receta que les presento es de mi madre, hay infinidad de versiones en internet.
Los ingredientes son:
Un frasco de unos 200 gramos de peso de queso filadelfia.
¾ partes de taza de azúcar de repostería (glasé), más dos cucharadas de azúcar glasé con vainilla
100 gramos de margarina.
Se bate todo en la batidora, incorporado de a poco el azúcar (en verdad la cantidad es el doble de azúcar, pero me pareció excesivamente dulce) y una vez que ha quedado como nata montada (crema chantilly) se refrigera para ponérselo a último momento sobre el pastel.
Es muy importante si queréis que os quede una cobertura endurecida en su punto justo, que uséis sólo margarina, la mantequilla la hace más cremosa.
Espero que lo disfruten, este es uno de los típicos regalos que los mexicanos hacen a sus vecinos, amigos o familiares durante estas fechas, junto con las galletas y no falta ningún hogar que se precie que no posea uno en la mesa el día de navidad, y aprovechando este espacio, les deseo a todos que pasen unas felices fiestas.
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